FELIZ ANIVERSARIO OTUZCO QUERIDO
Otuzco, “Capital Internacional de la Fe”, se encuentra enclavada en la Cordillera Occidental de los Andes, en el corazón de La Libertad; a 2,641 m.s.n.m. y a una distancia de 75 km. de Trujillo. Fue fundado por los padres agustinos, en 1560 con el nombre de “PUEBLO DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE NUESTRA SEÑORA DE COPACABANA DE OTUZCO”.
Posteriormente, siglos después, el notable otuscano, diputado por Huamachuco, Don Nemesio Orbegozo, hijo del mariscal Luis José de Orbegozo (presidente del Perú) presentó un proyecto similar al diputado Manuel José Corcuera, que no prosperó para que Otuzco sea elevada al rango de provincia; sin embargo, Orbegozo años después, consiguió la promulgación de la ansiada ley; y Otusco fue creado un jueves 25 de abril de 1861, hace 146 años, por el Libertador Don Ramón Castilla y Marquesado, por entonces Presidente de la República, promulgó la ley que creó la provincia de Otuzco, con su capital, la villa del mismo nombre, desmembrándose de la provincia de Huamachuco, de la cual dependió hasta entonces.
Sin embargo; después de 100 años de olvido le pusieron el nombre de Nemesio Orbegozo a una calle del barrio Santa Rosa.
Los otuzcanos descendientes de los chavines, mochicas, chimús, huamachucos e incas, como, vascos, catalanes y castellanos venidos de España, han escrito páginas gloriosas en nuestra historia nacional: 250 jóvenes otuzcanos murieron por la patria en las batallas de Junín y Ayacucho y ninguna placa los recuerda.
Así mismo, un hecho trascendental constituye “el grito de libertad” del otuzcano José Salinas al sublevarse en la hacienda Chota – Móvil contra el hacendado español Ramón Noriega, según la tradición “Los brujos de Shulcaguanga“de Ricardo Palma. El 22 de junio de 1821 el pueblo de Otuzco proclamó su independencia. El 14 de abril de 1824 el Libertador Bolívar llegó a Otuzco, por la Cruz Blanca, siguió por Atahualpa y bajó por Libertad y entró en la plaza de armas bajo el arco del campanario. Así mismo, los otuzcanos de la época hicieron un donativo de 3,222 pesos y de joyas invaluables por parte de la Iglesia para la gesta emancipadora.
Durante la guerra con Chile, don Juan García Farfán, un otuzcano valeroso defendió el Perú el 07 de junio de 1789 en la Batalla de Arica; aún cuando existe una placa en el frontis de la Municipalidad; pasa por desapercibido cada 07 de junio.
Los testigos incólumes de nuestra dorada historia se yerguen como emblemas de nuestra identidad: El Campanario, monumento colonial que conservamos hasta la actualidad, se ubica al costado de la Iglesia Matriz y se salvó de ser destruido en 1821 al sublevarse los españoles contra la independencia; y el 22 de junio de 1821 sus campanas proclamaron la independencia de Otuzco. La Iglesia Matriz, construida durante la dominación española, luego de fundada la ciudad, fue incendiada en 1664 y la segunda vez fue destruida en 1821 al sublevarse los españoles; posteriormente, a inicios del siglo XX la techaron y enmaderaron; hoy es sólo un museo religioso. El Palacio Municipal, es un edificio republicano y ha sido reconstruido 03 veces.
El Santuario de Piedra, en 1950 se puso la primera piedra y en 1986 se terminó la construcción este ícono religioso único en su género en el siglo XX. El 27 de octubre de 1983 tras radicar 425 años en el antiguo templo, se muda a este colosal e imponente santuario la Inmaculada Virgen de la Puerta, Patrona del norte del Perú y Reyna de la paz universal, a cuya festividad patronal del 15 de diciembre acuden los feligreses en un peregrinaje sin precedentes multitudinariamente para postrarse ante la Virgen Madre de Dios y prometer su devoción irrenunciable.
Sin embargo, la fe religiosa tan hondamente afincada en el alma del morador otuzcano, ha permitido extender su fervor religioso por el norte del país, a lo largo del territorio peruano, y en el extranjero; debido a su fe inquebrantable.
Estos acontecimientos epopéyicos, citados, me conllevan a rendir mi admiración a este pueblo andino por su gloriosa historia; sus hombres y mujeres ilustres diseminados a lo largo de la patria y en el extranjero; así como, mi deseo ferviente para que siempre se mantenga bella, progresista y hospitalaria, y la juventud otuzcana permanezca imbuida de coraje y fuerza como el majestuoso Chologday, vigilante eterno de nuestra identidad y cultura.
¡Feliz 146º aniversario, Otuzco: Capital de la Fe!
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